La improvisación teatral es una habilidad esencial en el mundo de la actuación, y de hecho la base de la pedagogía teatral del siglo XX y el siglo XXI se ha basado en el uso de la improvisación como mecanismo para la conexión del actor con su cuerpo, emoción e impulsos. En este sentido, si entendemos la actuación como un juego de juegos donde el intérprete utiliza todos los medios a su alcance para recrear un personaje, o desarrollar una situación establecida, una de las vías fundamentales es, sin duda, la improvisación.
Para que un intérprete improvise desde un escenario o frente a la cámara, debe familiarizarse con elementos y fórmulas que confluyen en el código de interpretación actoral. El dominio de la improvisación por parte de un actor es pues, un ejercicio imprescindible para el desarrollo de su técnica actoral, así como de sus habilidades expresivas. En este artículo vamos a conocer qué importancia tiene la incorporación de la improvisación en un repertorio actoral, profundizando en varios aspectos como su definición, beneficios, ejercicios y dinámicas. Si estudias arte dramático y quieres dedicarte a ello, no te pierdas ningún detalle.
Definición y fundamentos de la improvisación teatral
La improvisación se puede entender como el puente idóneo para llegar a la piel de cualquier personaje, ya sea para interpretar un papel que debemos hacer nuestro o para entender los elementos que integran y dan sentido a una escena. Podemos improvisar, incluso para inventar lo que no se escribió o potenciar lo que llamamos “dramaturgia del actor”, es decir, la capacidad que tiene un intérprete para crear más allá de las pautas que marca el guión. De hecho, según William Layton, la improvisación consiste en “vivir real y sinceramente una situación imaginaria”.
En cualquier formación de Arte Dramático, los pedagogos teatrales hacen uso de la improvisación como base para la técnica actoral, y definen la improvisación como una materia fundamental que le permitirá al estudiante acercarse desde diversos ámbitos a uno de los pilares básicos de la técnica actoral.
Manuel Campos, profesor de Teoría de las Artes Escénicas de la Escuela Superior de Artes Escénicas de Málaga, comenta que la improvisación se puede explicar como una disciplina ligada al teatro, pero con un carácter eminentemente cómico. En una improvisación teatral, los actores y actrices se lanzan al escenario, sin guión, sin atrezzo y sin escenografía. Comenta también que en sus clases hace hincapié con los alumnos en utilizar la mente y la conexión entre miembros de la compañía. Y el público, por supuesto, pieza imprescindible.
Beneficios de la improvisación para los actores
Todos los actores, y profesionales de la interpretación, coinciden en el mismo concepto: La improvisación no solo enriquece el repertorio actoral, sino que también potencia habilidades fundamentales para el desarrollo profesional de cualquier intérprete. Además, fortalece la relación con el resto de actores que participan en la escena.
Manuel Campos indica que desarrollar la improvisación como herramienta actoral ofrece múltiples beneficios que contribuyen a potenciar la carrera profesional de un actor en diferentes aspectos. Así, argumenta que puede aportar al actor una mayor capacidad de reacción a estímulos del entorno, acciones y situaciones inesperadas así como a desarrollar habilidades como la comunicación, la creatividad, o la adaptabilidad. De esta manera -concluye- nuestros alumnos pueden entrenar su organicidad, así como su sentido de la verdad a la hora de actuar.
Ejercicios y dinámicas de improvisación
Existen numerosos ejercicios y dinámicas para practicar la improvisación teatral. En las clases de Artes Escénicas del Bachillerato Artístico que se imparte en ESAEM, el alumnado trabaja en pequeños grupos el desarrollo de pequeñas escenas a partir de la improvisación.
La práctica es simple: los alumnos no parten de un guión previo sino que actúan desde el impulso creativo que experimentan al vivenciar la situación improvisada. De esta forma, terminan creando escenas de un gran valor dramático, creadas desde el sentir propio de cada miembro.
Algunos ejercicios trabajados son:
- Conflicto de personajes: Los alumnos plantean un conflicto entre dos personajes enfrentados por una razón determinada. A partir del diálogo, espontáneo y sincero, y las acciones que desarrollan durante la improvisación, los intérpretes crean la escena.
- Juegos de roles: Los actores juegan a desarrollar distintos papeles y comportarse orgánicamente en base al rol social que se pacte. Estos juegos ayudan a los actores a explorar e interpretar diversos personajes, ampliando su versatilidad.
- Creación de historias espontáneas: Ideal para estimular la creatividad y la conexión colectiva entre actores. Los alumnos crean situaciones instantáneas a partir de estímulos como imágenes, artículos periodísticos o conceptos.
El objetivo de estos ejercicios es que los alumnos desarrollen al máximo su organicidad y su creatividad.
Improvisación como herramienta creativa y de formación
Como ya hemos comentado en este artículo, desarrollar la improvisación como herramienta actoral ofrece múltiples beneficios, convirtiéndose en una herramienta que aportará al actor una mayor capacidad de reacción a estímulos del entorno, acciones y situaciones inesperadas.
Algunos de los aspectos que más contribuyen en la improvisación teatral como técnica formativa y de creatividad es el desarrollo de habilidades de comunicación, ya que la impro requiere una comunicación clara y efectiva, por lo que hay que escuchar atentamente durante la escena, responder de forma adecuada a otros actores y trabajar en equipo. Estas habilidades artísticas se trabajan muchísimo en el ámbito formativo para poder expresarse de manera clara y tener capacidad para trabajar en equipo. Por otro lado, dadas las situaciones que se potencian en la improvisación teatral, se fomenta el pensamiento creativo, y la capacidad de encontrar soluciones rápidas y eficientes ante situaciones inesperadas durante las puestas en escena.
En definitiva, el dominio de la improvisación por parte de un actor es un ejercicio imprescindible para el desarrollo de su técnica actoral, así como de sus habilidades expresivas. En ESAEM ésto lo saben, y trabajan la improvisación de manera eficiente para que los alumnos.
