Sin lugar a dudas, el teatro ha sido una de las formas de expresión con más historia y arraigo con las que ha contado la humanidad. Su evolución a lo largo de los siglos ha hecho posible que se diversificara en distintos géneros teatrales que han sido el germen a partir de los cuales, se han creado la mayoría de las obras de teatro que tenemos en la actualidad. Y es que gracias a éstos géneros, se han establecido los estilos teatrales, el tono de las representaciones y han permitido a los actores, directores y dramaturgos, expresar sus historias, emociones, mensajes e ideas de una manera efectiva y única.
Tanto los artistas como el público deben conocer y entender los géneros teatrales, y su estudio se hace esencial e importantísimo en las principales escuelas de artes escénicas del mundo, ya que cualquier estudiante, para que su formación sea completa necesita conocer el origen y la idiosincrasia de los géneros en el teatro. De todo ello, y contando con la colaboración de Manuel Campos, actor en activo y profesor de Bachillerato de Artes Escénicas de la Escuela Superior de Artes Escénicas de Málaga, (ESAEM), os hablaremos en este post, indagando en su historia, y haciendo que su comprensión enriquezca la formación de los futuros artistas y creadores teatrales.
Una introducción rápida: ¿Qué son los géneros teatrales?
A la hora de analizar un texto dramático es importante saber qué género se adscribe para entenderlo perfectamente. Por género vamos a entender cada una de las diferentes categorías en las que se pueden clasificar las obras teatrales según distintos criterios como el lenguaje, la estructura, temática o finalidad. Un mismo suceso puede ser tratado, según el género, de forma cómica o trágica. Por lo que abordar la cuestión del género en teatro resulta fundamental.
Así, según su estilo, su tono, estructura y objetivo, los géneros teatrales cuentan con diferentes categorías en las que se clasifica toda obra de teatro. De esta manera, se estructuran y clasifican las representaciones para llegar a entender e interpretar mejor las intenciones de una obra (tanto para público como para los propios creadores).
Principales géneros teatrales
Principalmente, se establece una distinción entre lo que conocemos como géneros dramáticos mayores y menores. Estas categorías no necesariamente indican una diferencia en calidad o importancia, sino más bien reflejan el alcance, la prominencia y a veces la complejidad estructural de las obras que pertenecen a cada categoría.
Géneros mayores
Por su universalidad y profundidad, cuentan con un gran impacto histórico en el arte y la literatura. Existen tres categorías de géneros mayores: la tragedia, la comedia y el drama, aunque existen otros subgéneros y formas llamadas “híbridas”, que aumentan y enriquecen la oferta teatral. Te explicamos en qué consisten cada uno de ellos:
Tragedia
Es el género más antiguo, fundamental y pilar del resto de géneros teatrales. Sus orígenes proceden de la Antigua Grecia, por los dramaturgos Sófocles, Eurípides y Esquilo. Lo que define a un género trágico en el teatro son las historias solemnes y serias, que pasando por temas profundos como el destino, la moralidad o los dilemas mundanos, desembocan en la fatalidad, lo trágico, o la muerte. Por eso, principalmente, las tragedias hacen reflexionar al espectador sobre la vida y la muerte, así como las consecuencias de las acciones humanas
Sus personajes tras lidiar con difíciles conflictos, acaban en un final doloroso y fatídico y ello hace que el público experimente una sensación emocional intensa, o lo que se llama una “catarsis”.
Comedia
Manuel Campos explica que el propósito principal de una comedia es divertir, y hacer reír, por lo que el tono es alegre y ligero: los conflictos se tratan de forma superficial y dinámica, predominando los ritmos rápidos y los cambios constantes. Es un género multiforme caracterizado por su visión distanciada, a veces alegre pero más a menudo mordaz y con fondo amargo. Se trata de una versión no distorsionada de personas normales en situaciones rocambolescas.
La comedia, en contraste con la tragedia, es un género centrado en la diversión, el entretenimiento y la resolución feliz de los conflictos. Sus orígenes también se encuentran en la antigua Grecia, y fue perfeccionada por dramaturgos como Aristófanes.
Las comedias presentan situaciones cómicas, personajes excéntricos y a menudo situaciones absurdas o irónicas. El humor y la sátira son fundamentales, y suelen tratar temas sociales, políticos o morales de una forma ligera. Aunque las comedias tienen un tono optimista, pueden tener un fuerte componente crítico, burlándose de vicios y defectos humanos.
Drama
El drama es un género intermedio entre la tragedia y la comedia, que se caracteriza por representar conflictos más realistas y complejos. Aunque entra en la categoría de los géneros serios, el drama tiene un carácter más social y menos existencial que la tragedia, abordando temas de la vida cotidiana, emociones humanas profundas, conflictos internos y externos, y el sufrimiento humano sin llegar al tono sombrío de la tragedia. Por eso, comenta Campos, suele centrarse en enfrentamientos de clases o de ideas, sin las estridencias estilísticas de la tragedia.
El dramaturgo más conocido del género dramático es William Shakespeare, cuya obra abarca tanto elementos trágicos como cómicos. En el drama, los personajes se enfrentan a dilemas y decisiones que reflejan la complejidad de la vida humana.
Géneros menores
Los géneros menores, comparten particularidades que, a lo largo de la historia, han realzado su relevancia cultural y su impacto en la sociedad. En esencia, lo que hermana a estos géneros es su naturaleza concentrada y su agilidad para adaptarse y reflejar la idiosincrasia de su público y su era. Uno de los atributos eminentes que engloba estos géneros es su brevedad. Diseñados para ser consumidos de manera rápida, suelen ofrecer una trama directa y condensada que prescinde de las convenciones y el formalismo que pueden impregnar a las obras más extensas. Algunos de los principales géneros menores son:
Farsa
Con origen en la Edad Media, la farsa es un subgénero de la comedia caracterizado fundamentalmente por su humor y situaciones extravagantes, absurdas e ilógicas. Su intención es provocar la risa y el entretenimiento de su audiencia. En la farsa, el humor se basa en el juego físico, los equívocos y los malentendidos, con personajes caricaturescos y tramas exageradas que buscan la risa inmediata y sin profundizar en temas filosóficos.
Sainete
Nos encontramos ante un género teatral breve de carácter cómico y popular. Sobre sus orígenes, Manuel Campos explica que profundiza en las capas de la realidad social española de los siglos XVIII y XIX. Su propósito -continúa- era el entretenimiento del público, pero con el paso del tiempo adquirió un tono más satírico y se empezó a utilizar para hacer comentarios mordaces sobre la sociedad, especialmente sobre las costumbres y tipos sociales urbano-populares.
Entremés
El entremés es una pieza teatral breve con un argumento simple y personajes estereotipados: el bobo, el pícaro; el enamorado; la mujer astuta… La burla era el recurso fundamental de estas obras, que solían acabar en baile o peleas. Al principio se utilizó la prosa como forma expresiva, pero más tarde se introdujo el verso por influencia de la comedia. Escritos en un lenguaje llano y accesible, los entremeses eran accesibles a todas las clases sociales, lo que les confería un poderoso alcance.
Teatro musical
El teatro musical combina la actuación, el canto y la danza en una única representación. Actualmente es uno de los géneros más apreciados y queridos dada su versatilidad y alto grado de entretenimiento.
Este subgénero permite explorar una amplia gama de emociones y temas a través de números musicales que complementan la acción dramática, creando una experiencia sensorial única para el público. En ESAEM, cada año los alumnos de último curso tanto del Doble Grado de Arte Dramático y Artes Escénicas, como del Bachillerato de Danza, Música y Artes Escénicas celebran una gala fin de curso a modo de teatro musical. De carácter profesional y de primer nivel en estas galas, los futuros graduados de ESAEM ponen en práctica todos los conocimientos en artes escénicas que han adquirido durante sus años de formación. Se trata de su primera experiencia sobre un escenario real y con público.
¿Por qué es importante el estudio de los géneros teatrales en las escuelas de artes escénicas?
Resulta lógico entender que cualquier actor y actriz en su formación debe conocer y entender los géneros teatrales. Para ello, el papel que juegan las escuelas de arte dramático es esencial en el desarrollo y crecimiento de artistas profesionales ya que otorgan a los estudiantes las herramientas necesarias para interpretar y crear en todos los géneros.
Desde el punto de vista de Manuel Campos, enseñar al estudiante de Arte Dramático las diferencias y características de los distintos géneros teatrales complementa sobremanera la formación práctica y técnica del actor. De forma paralela a su entrenamiento físico, psicológico y emocional, la formación teórica posibilita al estudiante tener las herramientas culturales necesarias para sus distintos procesos pedagógicos prácticos.
El profesor pone algunos ejemplos: Los mecanismos de la comedia, por ejemplo, son muy diferentes a los del drama o los de la tragedia. El actor que se forma en una técnica determinada, debe conocer que la comedia funciona en el escenario cuando se desarrolla un sentido del ritmo y de la expresividad muy concreto, que es el que exige el género. En comedia quizá no funcione tanto la introspección de una técnica más psicológica, sino saber introducir el gag en el momento adecuado, manejar la expresión física con una complicidad exquisita con el público o desarrollar una energía potente, de juego. Por su parte, el drama realista, por poner otro ejemplo, sí necesita un trabajo más intimista donde cobra una importancia crucial la imaginación del alumno y su área emocional.
El conocimiento de los géneros teatrales para el desarrollo profesional de un actor o actriz
En una profesión como la interpretación, lo que se aprende en la escuela nos acompaña toda la vida. Cuando un director encuentra un actor que entiende las necesidades que exige un texto a la hora de crear a su personaje y lleva estas a escena, se nota la formación sólida de un actor, las raíces de la enseñanza. El actor bien formado y con experiencia, intuitivamente reconoce las características de género y estilo y, lo más importante, cómo afectan estas a la creación del personaje que tiene que trabajar, siempre según las indicaciones de su director. Cuando más eficaz sea el actor a la hora de resolver estas indicaciones, más ágil y productivo será el proceso. De ahí, la importancia de una formación teórica sólida que apoye el desarrollo de la técnica.
¿Cómo se trabaja en ESAEM para que los alumnos conozcan y pongan en práctica los distintos géneros teatrales?
Campus explica el proceso pedagógico que se lleva a cabo en ESAEM, basado en ofrecer al alumno la posibilidad de entender las diferencias de cada género a partir de la comprensión de las características estilísticas propias de cada uno.
Ya desde el Bachillerato de Artes Escénicas de ESAEM, el alumno que estudia la asignatura oficial de Literatura Dramática hace un recorrido por la historia universal del texto teatral diferenciando y comparando los distintos géneros, sirviéndose de la lectura de un texto representativo.
Por ejemplo, explica Manu, para entender la tragedia nos servimos de la lectura de obras como “Antígona”, de Sófocles o “Medea”, de Eurípides, y de esta forma el alumno conoce las raíces de la tragedia clásica; la importancia del destino, la divinidad y la figura del héroe llamado a la acción. Pero también conoce cómo las características griegas evolucionan en el Renacimiento con el estudio de la tragedia isabelina (Romeo y Julieta) y cómo se da, siglos después, en un ambiente místico, rural y poético como es el de la tragedia lorquiana (Bodas de sangre).
Todas estas características que el alumno interioriza culminan después en procesos de creación escénica. Ya en el Doble Grado de Arte Dramático y Artes Escénicas, los alumnos que previamente han estudiado el Bachillerato de Artes Escénicas reconocen en sus muestras de primer curso las características de Antígona interpretando a sus personajes y activando escénicamente sus conflictos.
Conclusión
La gran variedad de géneros teatrales que existe ha sido fruto de la importante evolución histórica que ha tenido el teatro. De cualquiera de las formas, tanto la comedia, tragedia, la farsa o teatro musical, gracias a su versatilidad, creatividad, o análisis crítico, ofrecen distintas perspectivas de la condición humana así como un estudio de ésta. Por eso es tan fundamental estudiar los géneros teatrales en las escuelas de arte dramático o artes escénicas. Estos estudios forman a actores, directores, dramaturgos, etc para poder enfrentarse de la mejor manera a desafíos artísticos profesionales a través del dominio de cualquier obra teatral.
